El año pasado mi "tesorito" empezó en la guardería, cuando sólo tenía 9 meses. Para mí fue una gran ayuda, pues consiguió que Leo regulase horarios de sueño, me permitió descansar un poco del estrés acumulado y tuve una referencia importante para consultar todas mis dudas sobre alimentación, horarios y rutinas.
Sin duda para mí esto resultó un gran apoyo, la profesora de Leo siempre me atendió con una enorme sonrisa, comprensión y paciencia, dedicándome su tiempo, compartiendo sus conocimientos y proporcionándome valiosos consejos.
A mi niño no le ha pasado nada que no le pasara a todos, ni ha hecho nada que no hicieran los demás, pero tener unos oídos que te sonríen, y lo digo por todo el equipo que forma la guardería, es muy de agradecer.
Por eso, al final de curso, no pude dejar de pensar en algo que regalarle, a modo de agradecimiento, a la primera profesora de Leo, a la que él tanto quiere.
Por supuesto algo hecho por mi, y algo "útil", tengo la manía de que los regalos sean útiles y no adornos que pongas en una estantería para tener que sacarles el polvo. Además, también quería que fuera significativo, es decir, que estuviera relacionado con el entorno de la guardería.
Este había sido mi regalo por el día de la madre. Imaginaos, me quedé encantada. ¡Esos piececitos de mi peque conformando la palabra LOVE! Mi primer regalo por mi primer Día de la Madre.Y pensé que esa frase había que aprovecharla.
Sé que las profes estarán aburridas de ver huellas de pies y manos, pero por otro lado pensé que una huella también es representativa de todos los juegos que hacen con los niños y niñas. Además, me venía estupendamente para poner en práctica una técnica a la que le tenía ganas; papel transfer sobre tela.
La técnica es muy sencilla. Yo seguí estas explicaciones del
Blog de Momita.
Compré una bolsa de tela en una tienda de manualidades, saqué una foto del cartel con el escaner del móvil y con Paint recorté la parte del cartel que me interesaba.
La invertí y la imprimí en casa en el papel transfer.
Una vez impresa, la recorté, para que no saliera el celo y para que los bordes del papel quedaran más disimulados en la tela. Le apliqué la plancha y ¡listo!
Pensé en adornarla un poco más, hacer que Leo estampara sus manos con pintura de dedos por la otra cara de la bolsa, quedaría chulo y menos sosa, pero no me atreví, a riesgo de estropearla, porque Leo podía ser un poco impredecible (yo no tengo la mano que tienen las profes, jeje).
Así me gustaba mucho como quedaba. ¿qué os parece?
Yo disfruté mucho haciéndola, y repetí aprovechando el papel que me sobró para estampar unos logos en unas camisetas.
Con esta entrada participo en la
Fiesta de enlaces para Profes de Creative Mindly.
Hacía muuuucho que no editaba el blog, porque los tiempos de ocio en vida han sufrido grandes recortes, como podéis imaginar, pero quería participar en esta fiesta de enlaces para mostraros el regalo que le hice yo a la profe de mi hijo. En agradecimiento del estupendísimo trabajo que hacen todos y todas y en especial a la MIA, que es la mejor:
¡Gracias Blanca!
de mi parte y de la de Leo.
